La calefacción por suelo radiante es la que mejor se adapta a la energía solar térmica y la que menor consumo de energía presenta. Además, es el sistema más saludable, tanto, que es recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El suelo radiante está constituido por una red de tuberías uniformemente esparcida y enterrada bajo el pavimento. La temperatura a la que el agua fluye por su interior es moderada, de 35 a 45 ºC, a diferencia de los 70 – 90 ºC de los sistemas que utilizan radiadores.
Al distribuirse el calor por el suelo, se consigue un gradiente de temperaturas ideal para el confort humano, manteniendo los pies calientes y la cabeza fresca.
Este gradiente de temperaturas favorece el ahorro energético. Con los sistemas de calefacción habituales el aire caliente tiende a situarse cerca del techo, cuando la mayor necesidad térmica está ceca del suelo. Calentando el suelo se cubren estas necesidades sin tener que calentar el aire del techo innecesariamente y ahorrando energía.
El hecho de trabajar a baja temperatura no reseca el ambiente ni las mucosas nasales, y la baja velocidad en que se eleva el aire calentado no levanta polvo ni microorganismos.
Los captadores solares pueden producir agua caliente en invierno a 45 – 60 ºC, así que pueden suministrar agua a la temperatura requerida, encajándose perfectamente en el sistema al que suministrarán buena parte de las necesidades térmicas de la vivienda.
Los captadores térmicos, pero, no pueden generar agua caliente todos los días ya que están sujetos a las incidencias climáticas, así que el sistema tendrá que basarse en una caldera de alto rendimiento o una bomba de calor que aporte el calor requerido para toda la instalación. Los captadores funcionarán de forma complementaria, proporcionando un gran ahorro en el consumo de combustible o eléctrico.
Más acerca calderas de alto rendimiento
La instalación del suelo radiante es un poco costosa ya que para su colocación se tiene que levantar todo el pavimento de una
vivienda o local. Es aconsejable aprovechar unas remodelaciones para su instalación o integrarlo en casas de nueva construcción.
Suelo frío
La misma instalación puede utilizarse para refrigerar en verano. Para ello es necesario que el grupo calefactor sea una bomba de calor, ya que estas pueden generar calor en invierno y frío en verano.
Más acerca bombas de calor
La acción de refrigerar consiste en hacer circular agua fría por el mismo circuito enterrado. Pero ahí no termina todo, ya que en verano hay mucha humedad en el ambiente y para poder enfriarlo se tiene que deshumidificar.
Deshumidificar el aire puede hacerse aprovechando el agua fría de que ya se dispone, utilizando fan-colis. La instalación de fan-colis es absolutamente necesaria cuando de desea refrigerar un local, ya que si no se corre el riesgo de que la humedad condense encima del suelo frío, creando una película de agua resbaladiza.